El 27 de agosto de 1896, el Reino Unido y el sultanato de Zanzíbar protagonizaron un enfrentamiento armado que pasaría a la historia por su insólita duración: apenas 38 minutos.
Ya acabando el siglo XIX, el continente africano era objeto de una intensa carrera por el reparto colonial entre las grandes potencias europeas. El Imperio británico y el alemán se disputaban territorios estratégicos en la costa este africana, donde Zanzíbar —una isla frente a la actual Tanzania— jugaba un papel clave en las rutas comerciales del océano Índico.
Zanzíbar era nominalmente independiente, gobernado por un sultanato con fuertes lazos comerciales con el mundo árabe y musulmán.
Khalid, por su parte, se atrincheró en el palacio con cerca de 3.000 hombres armados y algunas piezas de artillería. Estaba decidido a resistir, convencido de que los británicos no llegarían al extremo de usar la fuerza. Se equivocaba.
Khalid logró huir a la embajada alemana y posteriormente fue evacuado a Dar es Salaam. Los británicos colocaron en el poder a su candidato y consolidaron su control sobre Zanzíbar.
Aunque esta guerra fue corta, su significado es profundo. Refleja:
El uso de la fuerza como herramienta diplomática en el colonialismo tardío.
La debilidad de las instituciones locales frente a la maquinaria imperial europea.
La construcción de legitimidad política mediante demostraciones de poder.
También ilustra cómo los conflictos aparentemente menores pueden marcar el rumbo de una región. Tras la guerra, Zanzíbar quedó plenamente sometida al control británico hasta su independencia en 1963.
La Guerra Anglo-Zanzibariana no fue un choque entre iguales. Fue una imposición unilateral disfrazada de legalidad. Mientras una de las partes contaba con barcos de guerra, cañones y experiencia militar, la otra apenas podía resistir con un puñado de armas anticuadas y voluntad política.
Ese desequilibrio, tan habitual en el contexto colonial, permite entender por qué tantos conflictos del siglo XX en África nacieron con bases impuestas, sin consenso real ni procesos de autodeterminación.
Conclusión: historia breve, lección duradera
- Bennett, N. R. (1978). A History of the Arab State of Zanzibar. Methuen.
- Cannadine, D. (2002). Ornamentalism: How the British Saw Their Empire. Oxford University Press.
- Chamberlain, M. E. (2013). The Scramble for Africa (3rd ed.). Routledge.
- Furedi, F. (1994). The New Ideology of Imperialism: Renewing the Moral Imperative. Pluto Press.
- Pakenham, T. (1991). The Scramble for Africa: White Man's Conquest of the Dark Continent from 1876 to 1912. HarperCollins.
- Roberts, A. (1996). The Colonial Moment in Africa: Essays on the Movement of Minds and Materials, 1900–1940. Cambridge University Press.
Thompson, L. M. (2000). A History of South Africa (3rd ed.). Yale University Press.
Tilley, H. (2011). Africa as a Living Laboratory: Empire, Development, and the Problem of Scientific Knowledge, 1870–1950. University of Chicago Press.
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